Ayudar a adquirir y retener la imagen de lo que se espera es uno de los muchos recursos que puede proporcionar la organización, a fin de generar un rendimiento efectivo. En algunas oportunidades, estas se pueden generar a través del apoyo de un gestor fiscal, quien será el recurso humano encargado de velar por el cumplimiento de las obligaciones fiscales que posee la empresa.
Por qué contratar un gestor fiscal
Rara vez se le da la importancia que verdaderamente tiene a la contratación de un gestor fiscal. Sin embargo, esta puede llegar a ser una decisión que puede llevar a condicionar el éxito o fracaso de una empresa.
Generalmente, el empresario tiende a conocer muy bien su negocio. Pero, en realidad no tiene los conocimientos necesarios en materia fiscal. Por lo que se vuelve muy vulnerable al hacer frente a las obligaciones o situaciones tributarias, en lo que respecta a la máxima eficiencia y legalidad.
Es de suma importancia no solamente dar cumplimiento a las formalidades que están legalmente establecidas en esta materia. Un gestor fiscal genera valor para la empresa cuando asegura el puntual cumplimiento de todas las obligaciones tributarias, maximizando el ahorro fiscal y evitando contingencias fiscales y laborales.
De hecho, la fiscalidad dentro de las empresas es uno de los procesos más importantes para que cualquier organización cumpla con sus obligaciones legales.
Un gestor fiscal trabaja de la mano y en equipo con el departamento de contabilidad y administración, quienes serán los encargados de transmitir la información y los compromisos fiscales, velar por que existan los recursos financieros para el cumplimiento de las obligaciones.
¿Por qué darle importancia al gestor fiscal?
La formación que tiene un gestor fiscal llega a ser un factor distintivo, así como una garantía para lograr el establecimiento de una relación entre este y el empresario. Sin embargo, tener esta profesión no es nada fácil, pues exige, además de contar con conocimientos sobre las áreas afectadas, debe dominar diversos procedimientos y trámites administrativos. Además de las herramientas de gestión más apropiadas.
No cualquier profesional tiene la capacidad para llegar a ocupar el cargo de gestor fiscal. Para serlo se debe contar con una formación teórico-práctica muy sólida, sobre el sistema tributario. Pues los errores en el incumplimiento de los modelos fiscales y normativas establecidas, pueden llegar a salir muy caros.
El gestor fiscal y las obligaciones de la empresa
La fiscalización tiende a englobar reglamentaciones y normas relacionadas con el pago de impuesto, la legislación que le es aplicable y todos los procesos relacionados con la administración fiscal. Es así como, todas las empresas se encuentran obligadas a emitir sus facturas con el respectivo IVA aplicado de acuerdo a la base. Así mismo, tienen la obligación de presentar su facturación a la Agencia Tributaria, en los lapsos determinados.
Es así, como el gestor fiscal para llevar a cabo su labor, debe estar constantemente actualizado acerca de toda la normativa tributaria del país donde ejerza. Así como de la localización de las instituciones donde debe honrar los compromisos tributarios de la empresa. Y sobre todo el cumplimiento de las exigencias que le solicita la organización.
De igual forma, no debemos olvidar, que debe llevar los libros contables. Los cuales son los que permiten el poder mantener registradas todas las operaciones llevadas a cabo durante el ejercicio económico fiscal. Todo lo cual permite el poder conocer la situación económica de la organización.
Asumiendo de esta manera el papel de un profesional muy competente y que sabe como poder controlar determinadas situaciones. Así como, aproximarse determinadas eventualidades de una forma muy creativa y constructiva, teniendo en consideración que conseguirá la solución más adecuada.
En lo que respecta a las cuentas anuales de la organización, el gestor fiscal debe tener conocimiento de las fechas límites para la presentación de los estados financieros en el Registro Mercantil. Así como, de la composición, estructura y normativa para elaborar las cuentas anuales.
De igual forma, debe tener conocimiento sobre cuáles son los libros que deben legalizarse y cuando hacerlo. Los tiempos son importantes ya que de lo contrario las penalizaciones por parte del fisco no perdonarán.
La importancia de la gestión fiscal
Para lograr el éxito a largo plazo de cualquier empresa, la gestión fiscal es imprescindible. No importa lo bueno o competitivo que pueda ser el rendimiento de la empresa en la prestación de los servicios o si llegan a exceder las expectativas los resultados de sus ventas.
Simplemente, la mala gestión fiscal y financiera, puede llegar a conducir al cierre definitivo de la compañía. Causando tanto al negocio como los asociados grandes problemas. Para los expertos, si una empresa tiene egresos mayores a los ingresos, es evidente que no obtendrá beneficios y si ella no es responsable de sus obligaciones fiscales; sus deudas y penalizaciones se acrecentarán y se acumularán hasta llevarla a tener el peor de sus escenarios.
Es de suma importancia comprender el papel desempeñado por el gestor fiscal, pues este es un profesional con una variedad de habilidades invaluables. Existen empresas u organizaciones que mantienen operaciones en el mercado internacional y en estos casos la labor que adopta el gestor fiscal es de mayor complejidad.
Esto debido a que debe asegurarse de que la organización no pierda los lineamientos que se emanan de los reglamentos vigentes en ninguno de los estados donde mantiene operaciones comerciales la empresa.
El gestor fiscal tiene como finalidad principal, la planificación de todos los procesos para lograr llevar al mínimo las cargas fiscales. Para de esta forma potenciar el máximo ahorro, verificando que la organización puede llegar a cumplir con las obligaciones fiscales.
Así mismo, debe evitar situaciones que puedan conllevar a la creación de una mala reputación para la organización, incluyendo esto, la imposición de sanciones y/o multas.
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