En las distintas sociedades para que las organizaciones funcionen es indispensable la existencia de un líder. De allí surge la concepción de que su influencia puede impactar, motivar, influir y hasta llegar a cambiar acciones que permitan el progreso o en su defecto, la destrucción de la corporación o empresa.
Para que una organización cumpla a cabalidad con sus metas, genere beneficios y se desarrollen acciones que involucren los diferentes actores, sin importar el cargo u oficio, rodeados de un ambiente adecuado con un clima organizacional satisfactorio para todos por igual, es imprescindible la presencia de un buen líder.
En la actualidad, la situación sanitaria a nivel mundial que ha afectado el normal desarrollo de las instituciones ha obligado a propiciar cambios para que las relaciones interpersonales y responsabilidades de cada uno de los miembros continúen realizándose dentro de parámetros adecuados y cónsonos.
En este sentido, el papel del líder en una organización es un factor determinante. Sus habilidades en el proceso de comunicación, junto con su capacidad para la toma de decisiones, que incentiven y motiven, son vitales. Su estado de ánimo y la puesta en práctica de la inteligencia emocional crea confianza y seguridad.
Características de un buen líder
El individuo que dirige o encabeza un grupo en una institución y guía todos los procesos que se lleven a cabo para obtener los mejores resultados y aprovechar al máximo el recurso humano y material, debe contar con una serie de características, algunas innatas y otras adquiridas en su trayectoria profesional.
- Tener facilidad de expresión y claridad en la comunicación, escuchar atentamente los planteamientos, exigencias, y posibles soluciones que le formulen, sin caer en comentarios y críticas destructivas.
- Demostrar valores como tolerancia, respeto y solidaridad en sus acciones y en el trato con el personal, admitiendo sus errores y la participación de todos.
- Ser capaz de generar y mantener un clima ameno con respeto, cordialidad, amabilidad y seguridad en todo el personal.
- Ser flexible y dispuesto a asumir constantes retos.
- Poseer seguridad y confianza en sus conocimientos y experiencias.
- Tener la plena certeza para delegar funciones, al seleccionar individuos con excelentes capacidades que puedan dirigir y efectuar actividades y tareas.
- Ser confiado en las labores y responsabilidades de cada uno de los miembros, brindándole la oportunidad de que tomen sus propias decisiones.
- Exigir desde el ejemplo, actualizando sus conocimientos, cumpliendo las normativas de la empresa y actuando siempre con buena disposición.
- Incentivar el aprendizaje y formación constante en todos los miembros de la organización, que contribuya tanto al crecimiento y desarrollo individual, como al de la empresa.
- Desbloquea el potencial de cada integrante de su equipo para sacar lo mejor que contribuya y beneficie a la organización.
- Permitir el bienestar y satisfacción del personal, logrando cumplir con los beneficios ofrecidos por la empresa, que cubran sus expectativas e incida en el provecho y rendimiento mutuo.
- Fomentar el desarrollo e importancia de la cultura organizacional.
Claves para un Liderazgo efectivo
Las Organizaciones en las sociedades actuales constituyen un fenómeno, que de manera significativa, impacta la vida de los individuos. Su desarrollo, avances y beneficios vienen dados por la relación e interacción de sus integrantes, su capacidad para afrontar retos y los estímulos o motivaciones que reciban todos.
Se ha demostrado que así como las diferencias individuales y factores externos, en ocasiones producen relevantes impactos, que influyen en la estabilidad y funcionamiento de las empresas, también hay muchos aspectos que permiten su progreso y fomentan un clima organizacional armónico.
La influencia que pueda ejercer un líder por sus conocimientos, aptitud y disposición personal, constituyen un punto central, permitiendo que la orientación y actividades realizadas por todos los involucrados tengan coherencia y se focalicen en un fin común, como es el progreso de la organización.
La exigencia de liderazgos que desafíen, inspiren, apuesten por los avances futuristas y sobre todo, que motiven a los miembros, han sido elementos requeridos por toda organización moderna. Los beneficios contractuales, incentivos que mejoren las condiciones laborales son propuestas que no se deben obviar.
Hay muchas investigaciones que han puntualizado sus estudios y observaciones alrededor del liderazgo efectivo y los resultados sostienen que lo esencial en una organización es anteponer los principios a los problemas, logrando como resultado calidad, productividad y relaciones exitosas. Algunas claves puntuales son:
Implantación y desarrollo de herramientas y métodos acordes con la velocidad de los cambios y avances tecnológicos, donde estén incluidos todos los actores de la organización.
Dependiendo del aumento de empleados o miembros de la empresa, debe existir disposición para incrementar el número de líderes, con nuevas ideas, puntos de vista diferentes, que implementen cambios para mejoras.
Brindar la oportunidad al personal para que enfrente diferentes situaciones y pueda dar respuestas valiosas en la solución de problemas. Motivarlos para que vayan adquiriendo capacidades al momento de surgir inconvenientes.
Demostración y seguridad de conocimientos de aspectos y procesos laborales, reconocidos por todo el equipo.
La apertura a nuevas ideas, a la creatividad e innovación, no solo de los miembros internos, sino también de agentes externos a la organización, que puedan ser tomadas en cuenta para complacer requerimientos de clientes.
Pensar en la calidad del trabajo más que en la cantidad de tiempo de que se dispone para hacerlo, respetando los horarios acordados.
Sacar el mejor provecho a las dificultades o errores cometidos, sin que ninguno de los integrantes sea descalificado o humillado.
Demostración de principios inherentes a los individuos, honestidad, responsabilidad, respeto, tolerancia, agradecimiento, entre otros.
Compromiso con la organización, con cada uno de los integrantes y por supuesto consigo mismo, para que las actividades realizadas sean exitosas.
En caso de ser necesario, adaptar las condiciones de trabajo a las exigencias del momento, como lo es la realización en remoto, desde la vivienda u otro sitio que lo permita.
Si el líder debe ausentarse, el equipo puede seguir trabajando con pasión y esmero, esperando con tranquilidad su regreso, sin angustias ni temores.
Fomentar la colaboración de cada uno de los integrantes que propicie un ambiente de trabajo agradable y adaptado a las necesidades.
Notificar, preferiblemente por escrito que el éxito logrado, no solo corresponde al guía, sino a todos los involucrados, al equipo completo, valorando lo que cada uno aportó.
Fomentar reuniones sociales para incentivar y agradecer los progresos y logros alcanzados, dando reconocimientos para que los integrantes sientan que su trabajo es productivo, que lo que ejecuta ayuda al progreso y éxito de la organización. Demostrar lo grandioso que cada uno ha sido.
El liderazgo se aprende haciendo lo mejor, reconociendo el talento de los otros, sin abusar de la autoridad.
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